4 de febrero de 2012

Desesperadamente te busco

Mis ojos se han quebrantado y apenas diviso que son las 03h00 de este miércoles, cuando en la soledad de mi alcoba, sólo el tic-tac me acompaña... han pasado varios meses desde que interrumpiste nuestro diálogo, nuestro diario vivir, nuestros sentimientos.

Me siento al filo de la angustia. Desesperadamente te busco en mis recuerdos, en mis cartas, en mis mails. Te busco en mis afectos, en mis desamores y mis deseos. Te busco en mis alegrías, en mis quebrantos. Te busco en mi gelidés, en mis pasiones... te busco entre la gente, entre las nubes, entre mis sueños y realidades, entre lo incierto y verás. ¡Te busco y no estás!


Te has marchado a refrescar tus anhelos en otro manantial. Existe alguien que llenó tu corazón de gozo y placer...  No temas en decirlo, aunque la verdad me lastime, la prefiero mil veces, a esta agonía de no saber de ti, en este silencio no encarado, lo que suceda conmigo, ya no dependerá de ti.

Ahora me siento como náufrago de amor, en la inmensidad de tu desamor. Día a día me asomo a mi ventana, pero en vano es mi acción; cada atardecer te busco entre las olas, te busco entre la gente, te busco entre las sombras.  Te busco desesperadamente y ya no estás.


(16 agosto del 2000)


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