Reconozco que tímidamente te miré y no atiné qué palabras decir; mas sin embargo, te veo y te siento como una estrella fugaz, pero disfruto a la vez del placer que advertí al descubrir que mi corazón reaccionó con la sutileza y aroma que toda mujer lleva prendida en la piel.
(12/06/09)
No hay comentarios:
Publicar un comentario